Un pedazo de la historia argentina
quedó prendido al cuenco de tu mano
cuando quitaste del río
la tremenda pampa del agua.
Yo no sé, al igual que tantos
que intentaron medir el sueño
con varas y sistemas,
qué habrá de cierto en el fondo de los ríos,
pero allí,
como en el uso del ámbar y la estrella,
se habla de lo oscuro,
del abúlico tenor de la desgracia,
de perros y maestras.
Se dice que en el lecho de los ríos
de la plata
duermen, esperando que la muerte los reflote,
algas con voz de hombre,
peces con risa de niña,
trozos de buques del Edén.
¡Dios mío cuándo levantarás del río
el cuenco lleno!
De “Terra balestra” 1985
Bardzo fajnie opisane. Pozdrawiam serdecznie.
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